Recientemente el presidente de ASINTE, D. Alberto Villalobos, justificaba que el software libre no es una alternativa real en base a los costes de su adopción en las empresas y AA.PP.
Quienes me conocen saben que imparto de vez en cuando cursos cortos de alfabetización informática a usuarios noveles. Son útiles porque, entre otras cosas, me obligan a abandonar la jerga y actitudes técnicas y bajar al mundo de los vivos. Desde el punto de vista de mis tareas comerciales y de comunicación es muy útil.
Recientemente he impartido un curso en el que el aula disponía de Windows Vista y Office 2007. El primero de los dos días del curso les puse los equiposcon una Kubuntu (una Live CD). En la pizarra escribí las aplicaciones quedebían usar así como su equivalente en Windows. Al días siguiente, usaron el sistema instalado en el equipo. Para casi todos, era la primera vez que utilizaban ambos sistemas y paquete ofimático. Todos tenían, eso sí, amplia experiencia con Windows XP y versiones anteriores de Office.
Realizaron los mismo ejercicios básicos relacionados con búsqueda de información, paso de la misma al procesador de texto y almacenamiento, además de ejercicios relacionados con mensajería instantánea y configuración del navegador (Firefox e IE 7). Lo normal en estos casos.
Todas las dificultades que se presentaron a la hora del uso del sistema operativo fueron las normales en casos como este, en el que es la primera vez que se enfrentan a algo nuevo. Poco a poco fueron familiarizándose con ambos utilizando los conocimientos que ya tenían. Con las aplicaciones no hubo demasiado problema. Tuvieron alguna ligera dificultad adicional con kopete (mensajería instantánea), por aquello de tratarse de una aplicación multiprotocolo, y con la nueva interfaz del Office 2007. Curiosos el hecho de que resultó más familiar para algún alumno el OpenOffice que el Office 2007.
A tenor de esta experiencia previa, y a falta de estudios profundos de usabilidad, todo apunta a que el coste del software libre asociado a la adaptación de los usuarios es similar si planteamos un paso de Windows XP + Office 2003 a Vista + Office 2007 o a Kubuntu + OpenOffice. Viendo el rápido crecimiento que está experimentando Firefox en cuota de mercado, me cuesta creer que la curva de aprendizaje sea alta. Si además tenemos en cuenta que, cada vez más, los usuarios están instalando OpenOffice bajo Windows, ese coste puede reducirse aún más en un número de personas importante.
Existen otros conceptos de gasto asociados a la implantación de software libre, pero no creo que difieran de los ítem de gasto de implantación del software propietario. Es más, en algún caso se reduce, como por ejemplo, en el apartado de licencias.