Durante mucho tiempo el movimiento empresarial relacionado con el software libre no ha salido en la foto. Al igual que ocurriera con el el movimiento técnico primero, y el movimiento ciudadano/social después, las empresas han venido desarrollando su actividad sin generar demasiada controversia, madurando y creciendo, creando nuevos servicios, nueva tecnología, nuevas formas de organización y relaciones mutualistas a diferentes niveles.
ASOLIF es la primera experiencia de las empresas de software libre como colectivo de repercusión nacional que ha logrado dejar de ser un brote verde para convertirse en una realidad. Con todas las limitaciones de un movimiento en fase inicial, y con el freno añadido que está suponiendo la crisis económica, se van dando poco a poco pasos en una dirección: ser visualizados como la patronal de PYMES del sector.
A nivel interno esta idea es clara sin embargo, como siempre ocurre, hay que demostrarla de cada al exterior. Eso requiere tiempo, esfuerzo y firmeza, mucha firmeza.
Contamos con un patrimonio a menudo infravalorado por otros interlocutores que conviene recordar de vez en cuando. Se asume mucho mejor nuestra naturaleza si se entiende lo siguiente:
- ASOLIF está formada mayoritariamente por empresas de emprendedores. Son personas con alta cualificación hechos a sí mismos. Esto les otoga un plus de orgullo y determinación que convierte en inútil cualquier tentación de establecer comportamientos gregarios a nivel interno y externo. Nadie les ha regalado nada. Saben que son sus trabajadores y sus clientes su más preciado activo de futuro, junto a la tecnología y metodología relacionada con el software libre.
- La bondades del sector hace 7-10 años eran nulas. Las oportunidades había que crearlas. Vender software libre entonces era poco menos que un milagro. En ese entorno hostil lograron prosperar muchas de las empresas reconocidas en la actualidad en España como líderes en su entorno. Son ellas el motor actualmente de ASOLIF. Esto hace que su confianza en el futuro sea importante a pesar de la crisis. Pero también hace que ahora, que llega la primavera, no olviden el invierno y desconfíen de regalías y de quienes las ofrecen. Los cantos de sirena ya no suelen tener efecto.
- Los emprendedores son, por naturaleza, inconformistas. Pero en el mundo del software libre lo son mucho más. Aceptan las reglas del juego, pero tienen una clara vocación de cambio muy interiorizada. Desde un punto de vista intelectual son beligerantes con los modelos de negocio actuales y por tanto, con quienes los sustentan. Por decirlo de un modo simple, la gran mayoría sigue llevando un hacker dentro.
- Las empresas de ASOLIF no son empresas de canal. Generan tecnología o desarrollan sus propios servicios y productos. Las políticas de promoción TIC basadas en el apoyo a las grandes empresas, pensando en su posterior capilarización a través de empresas de canal para llegar al cliente final, no les afectan. Llevan años desarrollándose en España y seguimos a la cola en desarrollo de software en Europa. Los miembros de ASOLIF han sido espectadores de lujo de ese fracaso y no creen que los mismos actores sean quienes vayan a revertir la situación.
- Existe un acuerdo generalizado dentro de ASOLIF en torno a que la cesión de derechos sobre nuestras creaciones a los usuarios es la mejor forma de posibilitar un retorno de valor a nuestras propias empresas. Los modelos actuales, verticales y con transferencia de valor en un sólo sentido, promocionando relaciones gregarias, son muy productivos para unos pocos pero ahogan a la mayoría del sector.
- Las empresas son conscientes de que el debate ético en torno a este sector es relevante, debido al impacto que el software tiene y va a tener en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Los modelos de negocio y las políticas relacionadas con el sector TIC, deben incluir valores éticos ausentes hasta ahora.
- Los empresarios de ASOLIF tienen vocación de permanencia. No son oportunistas ni especuladores. Están para quedarse y lo demostaron en los momentos iniciales, los más difíciles para el sector. Por eso son reacios ahora a las políticas de inmediatez, a las acciones mediáticas pero sin recorrido, a los anuncios sin sustancia, etc. Esas dinámicas, tan populares entre quienes venden, no pueden serlo entre quienes crean.
Debemos realizar desde ASOLIF un esfuerzo por utilizar formas y lenguajes comprensibles para el resto, pero no servirá de nada si los dirigentes en materia tecnológica pretenden aplicarnos métricas pasadas. Si su deseo es establecer relaciones clásicas con nosotros o que desarrollemos comportamientos puramente mercantilistas será difícil desarrollar acciones de impacto. No somos únicamente proveedores.
Hemos nacido de un movimiento nuevo y diferente, que ha logrado generar tecnologías de calidad, que comienza a tener impacto en otros ámbitos de la sociedad, impensables para la mayoría, y que es rentable. Sí, ASOLIF es una federación de empresas como tantas otras en algunos aspectos, pero no se equivoquen, somos singulares en aquellos que realmente importan. Lo venimos demostrando como empresas, en el ámbito regional como Asociaciones Empresariales y ahora tenemos la oportunidad de hacerlo a nivel nacional como Federación.